lunes, 1 de julio de 2013

DERECHOS DE LOS NIÑOS CON DISCAPACIDAD

NIÑOS CON CAPACIDADES ESPECIALES

LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES COMO SUJETOS DE DERECHOS

 TITULO I

DEFINICIONES

           Art. 1.‑ Finalidad.‑ Este Código dispone sobre la protección integral que el Estado, la sociedad y la familia deben garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que viven en el Ecuador, con el fin de lograr su desarrollo integral y el disfrute pleno de sus derechos, en un marco de libertad, dignidad y equidad.
           Para este efecto, regula el goce y ejercicio de los derechos, deberes y responsabilidades de los niños, niñas y adolescentes y los medios para hacerlos efectivos, garantizarlos y protegerlos, conforme al principio del interés superior de la niñez y adolescencia y a la doctrina de protección integral.
           Art. 2.- Sujetos protegidos.‑ Las normas del presente Código son aplicables a todo ser humano, desde su concepción hasta que cumpla dieciocho años de edad. Por excepción, protege a personas que han cumplido dicha edad, en los casos expresamente contemplados en este Código.
           Art. 3.- Supletoriedad.- En lo no previsto expresamente por este Código se aplicarán las demás normas del ordenamiento jurídico interno, que no contradigan los principios que se reconocen en este Código y sean más favorables para la vigencia de los derechos de la niñez y adolescencia.
           Art. 4.- Definición de niño, niña y adolescente.‑ Niño o niña es la persona que no ha cumplido doce años de edad. Adolescente es la persona de ambos sexos entre doce y dieciocho años de edad.
           Art. 5.‑ Presunción de edad.‑ Cuando exista duda sobre la edad de una persona, se presumirá que es niño o niña antes que adolescente; y que es adolescente, antes que mayor de dieciocho años.
           Art. 6.- Igualdad y no discriminación.‑ Todos los niños, niñas y adolescentes son iguales ante la ley y no serán discriminados por causa de su nacimiento, nacionalidad, edad, sexo, etnia; color, origen social, idioma, religión, filiación, opinión política, situación económica, orientación sexual, estado de salud, discapacidad o diversidad cultural o cualquier otra condición propia o de sus progenitores, representantes o familiares.
           El Estado adoptará las medidas necesarias para eliminar toda forma de discriminación.
           Art. 7.- Niños, niñas y adolescentes, indígenas y afroecuatorianos.- La ley reconoce y garantiza el derecho de los niños, niñas y adolescentes de nacionalidades indígenas y afroecuatorianos, a desarrollarse de acuerdo a su cultura y en un marco de interculturalidad, conforme a lo dispuesto en la Constitución Política de la República, siempre que las prácticas culturales no conculquen sus derechos.
           Art. 8.‑ Corresponsabilidad del Estado, la sociedad y la familia.‑ Es deber del Estado, la sociedad y la familia, dentro de sus respectivos ámbitos, adoptar las medidas políticas, administrativas, económicas, legislativas, sociales y jurídicas que sean necesarias para la plena vigencia, ejercicio efectivo, garantía, protección y exigibilidad de la totalidad de los derechos de niños; niñas y adolescentes.
           El Estado y la sociedad formularán y aplicarán políticas públicas sociales y económicas; y destinarán recursos económicos suficientes, en forma estable, permanente y oportuna.
           Art. 9.‑ Función básica de la familia.- La ley reconoce y protege a la familia como el espacio natural y fundamental para el desarrollo integral del niño, niña y adolescente.
           Corresponde prioritariamente al padre y a la madre, la responsabilidad compartida del respeto, protección y cuidado de los hijos y la promoción, respeto y exigibilidad de sus derechos.
           Art. 10.‑ Deber del Estado frente a la familia.‑ El Estado tiene el deber prioritario de definir y ejecutar políticas, planes y programas que apoyen a la familia para cumplir con las responsabilidades especificadas en el artículo anterior.
           Art. 11.‑ El interés superior del niño.- El interés superior del niño es un principio que está orientado a satisfacer el ejercicio efectivo del conjunto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes; e impone a todas las autoridades administrativas y judiciales y a las instituciones públicas y privadas, el deber de ajustar sus decisiones y acciones para su cumplimiento.
           Para apreciar el interés superior se considerará la necesidad de mantener un justo equilibrio entre los derechos y deberes de niños, niñas y adolescentes, en la forma que mejor convenga a la realización de sus derechos y garantías.
           Este principio prevalece sobre el principio de diversidad étnica y cultural.

           El interés superior del niño es un principio de interpretación de la presente Ley. Nadie podrá invocarlo contra norma expresa y sin escuchar previamente la opinión del niño, niña o adolescente involucrado, que esté en condiciones de expresarla.
           Art. 12.- Prioridad absoluta.‑ En la formulación y ejecución de las políticas públicas y en la provisión de recursos, debe asignarse prioridad absoluta a la niñez y adolescencia, a las que se asegurará, además, el acceso preferente a los servicios públicos y a cualquier clase de atención que requieran.
           Se dará prioridad especial a la atención de niños y niñas menores de seis años.
           En caso de conflicto, los derechos de los niños, niñas y adolescentes prevalecen sobre los derechos de los demás.
           Art. 13.‑ Ejercicio progresivo.- El ejercicio de los derechos y garantías y el cumplimiento de los deberes y responsabilidades de niños, niñas y adolescentes se harán de manera progresiva, de acuerdo a su grado de desarrollo y madurez. Se prohíbe cualquier restricción al ejercicio de estos derechos y garantías que no esté expresamente contemplado en este Código.
           Art. 14.‑ Aplicación e interpretación más favorable al niño, niña y adolescente.- Ninguna autoridad judicial o administrativa podrá invocar falta o insuficiencia de norma o procedimiento expreso para justificar la violación o desconocimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
           Las normas del ordenamiento jurídico, las cláusulas y estipulaciones de los actos y contratos en que intervengan niños, niñas o adolescentes, o que se refieran a ellos, deben interpretarse de acuerdo al principio del interés superior del niño.

 
TITULO III
DERECHOS, GARANTIAS Y DEBERES
Capítulo I
Disposiciones generales
           Art. 15.- Titularidad de derechos.- Los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derechos y garantías y, como tales, gozan de todos aquellos que las leyes contemplan en favor de las personas, además de aquellos específicos de su edad.
           Los niños, niñas y adolescentes extranjeros que se encuentren bajo jurisdicción del Ecuador, gozarán de los mismos derechos y garantías reconocidas por la ley a los ciudadanos ecuatorianos, con las limitaciones establecidas en la Constitución y en las leyes.
           Art. 16.- Naturaleza de estos derechos y garantías.- Por su naturaleza, los derechos y garantías de la niñez y adolescencia son de orden público, interdependientes, indivisibles, irrenunciables e intransigibles, salvo las excepciones expresamente señaladas en la ley.
           Art. 17.- Deber jurídico de denunciar.‑ Toda persona, incluidas las autoridades judiciales y administrativas, que por cualquier medio tenga conocimiento de la violación de un derecho del niño, niña o adolescente, está obligada a denunciarla ante la autoridad competente, en un plazo máximo de cuarenta y ocho horas.
           Art. 18.- Exigibilidad de los derechos.‑ Los derechos y garantías que las leyes reconocen en favor del niño, niña y adolescente, son potestades cuya observancia y protección son exigibles a las personas y organismos responsables de asegurar su eficacia, en la forma que este Código y más leyes establecen para el efecto.
           Art. 19.‑ Sanciones por violación de derechos.- Las violaciones a los derechos de los niños, niñas y adolescentes serán sancionadas en la forma prescrita en este Código y más leyes, sin perjuicio de la reparación que corresponda como consecuencia de la responsabilidad civil.

Capítulo II

Derechos de supervivencia
           Art. 20.- Derecho a la vida.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la vida desde su concepción. Es obligación del Estado, la sociedad y la familia asegurar por todos los medios a su alcance, su supervivencia y desarrollo.
           Se prohíben los experimentos y manipulaciones médicas y genéticas desde la fecundación del óvulo hasta el nacimiento de niños, niñas y adolescentes; y la utilización de cualquier técnica o práctica que ponga en peligro su vida o afecte su integridad o desarrollo integral.
           Art. 21.‑ Derecho a conocer a los progenitores y mantener relaciones con ellos.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a conocer a su padre y madre, a ser cuidados por ellos y a mantener relaciones afectivas permanentes, personales y regulares con ambos progenitores y demás parientes, especialmente cuando se encuentran separados por cualquier circunstancia, salvo que la convivencia o relación afecten sus derechos y garantías.
           No se les privará de este derecho por falta o escasez de recursos económicos de sus progenitores.
           En los casos de desconocimiento del paradero del padre, de la madre, o de ambos, el Estado, los parientes y demás personas que tengan información sobre aquél, deberán proporcionarla y ofrecer las facilidades para localizarlos.
           Art. 22.- Derecho a tener una familia y a la convivencia familiar.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir y desarrollarse en su familia biológica. El Estado, la sociedad y la familia deben adoptar prioritariamente medidas apropiadas que permitan su permanencia en dicha familia.
           Excepcionalmente, cuando aquello sea imposible o contrario a su interés superior, los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a otra familia, de conformidad con la ley.
           En todos los casos, la familia debe proporcionarles un clima de afecto y comprensión que permita el respeto de sus derechos y su desarrollo integral.
           El acogimiento institucional, el internamiento preventivo, la privación de libertad o cualquier otra solución que los distraiga del medio familiar, debe aplicarse como última y excepcional medida.
           Art. 23.‑ Protección prenatal.‑ Se sustituirá la aplicación de penas y medidas privativas de libertad a la mujer embarazada hasta noventa días después del parto, debiendo el Juez disponer las medidas cautelares que sean del caso.
           El Juez podrá ampliar este plazo en el caso de madres de hijos con discapacidad grave y calificada por el organismo pertinente, por todo el tiempo que sea menester, según las necesidades del niño o niña.
           El responsable de la aplicación de esta norma que viole esta prohibición o permita que otro la contravenga, será sancionado en la forma prevista en este Código.
           Art. 24.‑ Derecho a la lactancia materna.- Los niños y niñas tienen derecho a la lactancia materna para asegurarle el vínculo afectivo con su madre, adecuada nutrición, crecimiento y desarrollo.
           Es obligación de los establecimientos de salud públicos y privados desarrollar programas de estimulación de la lactancia materna.
           Art. 25.‑ Atención al embarazo y al parto.‑ El poder público y las instituciones de salud y asistencia a niños, niñas y adolescentes crearán las condiciones adecuadas para la atención durante el embarazo y el parto, a favor de la madre y del niño o niña, especialmente tratándose de madres adolescentes y de niños o niñas con peso inferior a dos mil quinientos gramos.
           Art. 26.‑ Derecho a una vida digna.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a una vida digna, que les permita disfrutar de las condiciones socioeconómicas necesarias para su desarrollo integral.
           Este derecho incluye aquellas prestaciones que aseguren una alimentación nutritiva, equilibrada y suficiente, recreación y juego, acceso a los servicios de salud, a educación de calidad, vestuario adecuado, vivienda segura, higiénica y dotada de los servicios básicos.
           Para el caso de los niños, niñas y adolescentes con discapacidades, el Estado y las instituciones que las atienden deberán garantizar las condiciones, ayudas técnicas y eliminación de barreras arquitectónicas para la comunicación y transporte.
           Art. 27.- Derecho a la salud.‑ Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a disfrutar del más alto nivel de salud física, mental, psicológica y sexual.
           El derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes comprende:
            1. Acceso gratuito a los programas y acciones de salud públicos, a una nutrición adecuada y a un medio ambiente saludable;
            2. Acceso permanente e ininterrumpido a los servicios de salud públicos, para la prevención, tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los servicios de salud públicos son gratuitos para los niños, niñas y adolescentes que los necesiten;
            3. Acceso a medicina gratuita para los niños, niñas y adolescentes que las necesiten;
            4. Acceso inmediato y eficaz a los servicios médicos de emergencia, públicos y privados;
            5. Información sobre su estado de salud, de acuerdo al nivel evolutivo del niño, niña o adolescente;
            6. Información y educación sobre los principios básicos de prevención en materia de salud, saneamiento ambiental, primeros auxilios;
            7. Atención con procedimientos y recursos de las medicinas alternativas y tradicionales;
            8. El vivir y desarrollarse en un ambiente estable y afectivo que les permitan un adecuado desarrollo emocional;
            9. El acceso a servicios que fortalezcan el vínculo afectivo entre el niño o niña y su madre y padre; y,
            10. El derecho de las madres a recibir atención sanitaria prenatal y postnatal apropiadas.
           Se prohíbe la venta de estupefacientes, substancias psicotrópicas y otras que puedan producir adicción, bebidas alcohólicas, pegamentos industriales, tabaco, armas de fuego y explosivos de cualquier clase, a niños, niñas y adolescentes.
           Art. 28.- Responsabilidad del Estado en relación a este derecho a la salud.- Son obligaciones del Estado, que se cumplirán a través del Ministerio de Salud:
            1. Elaborar y poner en ejecución las políticas, planes y programas que favorezcan el goce del derecho contemplado en el artículo anterior;
            2. Fomentar las iniciativas necesarias para ampliar la cobertura y calidad de los servicios de salud, particularmente la atención primaria de salud; y adoptará las medidas apropiadas para combatir la mortalidad materno infantil, la desnutrición infantil y las enfermedades que afectan a la población infantil;
            3. Promover la acción interdisciplinaria en el estudio y diagnóstico temprano de los retardos del desarrollo, para que reciban el tratamiento y estimulación oportunos;
            4. Garantizar la provisión de medicina gratuita para niños, niñas y adolescentes;
            5. Controlar la aplicación del esquema completo de vacunación;
            6. Desarrollar programas de educación dirigidos a los progenitores y demás personas a cargo del cuidado de los niños, niñas y adolescentes, para brindarles instrucción en los principios básicos de su salud y nutrición, y en las ventajas de la higiene y saneamiento ambiental; y,
            7. Organizar servicios de atención específica para niños, niñas y adolescentes con discapacidades físicas, mentales o sensoriales.
           Art. 29.- Obligaciones de los progenitores.‑ Corresponde a los progenitores y demás personas encargadas del cuidado de los niños, niñas y adolescentes, brindar la atención de salud que esté a su alcance y asegurar el cumplimiento de las prescripciones, controles y disposiciones médicas y de salubridad.
           Art. 30.‑ Obligaciones de los establecimientos de salud.‑ Los establecimientos de salud, públicos y privados, cualquiera sea su nivel, están obligados a:
            1. Prestar los servicios médicos de emergencia a todo niño, niña y adolescente que los requieran, sin exigir pagos anticipados ni garantías de ninguna naturaleza. No se podrá negar esta atención a pretexto de la ausencia del representante legal, la carencia de recursos económicos, la falta de cupo, la causa u origen de la emergencia u otra circunstancia similar;
            2. Informar sobre el estado de salud del niño, niña o adolescente, a sus progenitores o representantes;
            3. Mantener registros individuales en los que conste la atención y seguimiento del embarazo, el parto y el puerperio; y registros actualizados de los datos personales, domicilio permanente y referencias familiares de la madre;
            4. Identificar a los recién nacidos inmediatamente después del parto, mediante el registro de sus impresiones dactilar y plantar y los nombres, apellidos, edad e impresión dactilar de la madre; y expedir el certificado legal correspondiente para su inscripción inmediata en el Registro Civil;
            5. Informar oportunamente a los progenitores sobre los requisitos y procedimientos legales para la inscripción del niño o niña en el Registro Civil;
            6. Garantizar la permanencia segura del recién nacido junto a su madre, hasta que ambos se encuentren en condiciones de salud que les permitan subsistir sin peligro fuera del establecimiento;
            7. Diagnosticar y hacer un seguimiento médico a los niños y niñas que nazcan con problemas patológicos o discapacidades de cualquier tipo;
            8. Informar oportunamente a los progenitores sobre los cuidados ordinarios y especiales que deben brindar al recién nacida, especialmente a los niños y niñas a quienes se haya detectado alguna discapacidad;
            9. Incentivar que el niño o niña sea alimentado a través de la lactancia materna, por lo menos hasta el primer año de vida;
            10. Proporcionar un trato de calidez y calidad compatibles con la dignidad del niño, niña y adolescente;
            11. Informar inmediatamente a las autoridades y organismos competentes los casos de niños o niñas y adolescentes con indicios de maltrato o abuso sexual; y aquellos en los que se desconozca la identidad o el domicilio de los progenitores;
            12. Recoger y conservar los elementos de prueba de maltrato o abuso sexual; y,
            13. Informar a las autoridades competentes cuando nazcan niños con discapacidad evidente.
           Art. 31.- Derecho a la seguridad social.‑ Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la seguridad social. Este derecho consiste en el acceso efectivo a las prestaciones y beneficios generales del sistema, de conformidad con la ley.
           Art. 32.- Derecho a un medio ambiente sano.‑ Todo los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado y libre de contaminación, que garantice su salud, seguridad alimentaria y desarrollo integral.
           El Gobierno Central y los gobiernos seccionales establecerán políticas claras y precisas para la conservación del medio ambiente y el ecosistema. 
La presente Ley emitida por el H. Congreso Nacional con fecha diez y siete de diciembre del año dos mil dos y puesto en vigencia ciento ochenta días después de la publicación en el Registro Oficial; es decir, el tres de enero del dos mil tres, cuya finalidad y los sujetos protegidos son los siguientes:
Art. Nº 1.- “El Código de la Niñez dispone sobre la protección integral que el Estado, la sociedad y la familia deben garantizar a todos los niñ@s y adolescentes que viven en el Ecuador, con el fin de lograr su desarrollo integral y el disfrute pleno de sus derechos, en un marco de libertad, dignidad y equidad.
Para este efecto, regula el goce y ejercicio de los derechos, deberes y responsabilidades de los niñ@s y adolescentes y los medios para hacerlos efectivos, garantizarles y protegerlos, conforme al principio del interés superior de la niñez y a la doctrina de protección integral”.
Art. Nº 2.- Sujetos protegidos.- Las normas del presente Código son aplicables a todo ser humano, desde su concepción hasta que cumpla dieciocho años de edad.
Según Acuerdo Ministerial Nº 1962 del ocho de julio del dos mil tres. La Dra. Rosa María Torres, Ministra de Educación y Cultura dispone que cada plantel educativo elabore su Manual de Convivencia Institucional con la finalidad de crear un clima favorable y saludable en la práctica pedagógica y posibilitar soluciones que impidan el maltrato y la deserción escolar.
2.- PRESENTACIÓN Y JUSTIFICACIÓN
El mundo entero y en particular la sociedad ecuatoriana atraviesan una crisis en todos los campos, debido a la pérdida de valores, la ética y la moral, en planteles educativos que tienen que ver con la formación integral de los estudiantes ecuatorianos.
Es más notorio que en el área educativa en nuestro caso la Escuela, en la mayoría de los casos las condiciones físicas, el excesivo número de estudiantes en las aulas, la falta de un currículum escolar sobre el tema que se presenta y acorde a nuestra realidad, la falta de capacitación a los maestros, entre otros, son elementos que hacen que las condiciones de la educación sean maltratantes.
Si bien en los últimos años se han dado cambios sustanciales en torno a la educación del niñ@, todavía se mantiene la cultura del maltrato hacia los niñ@s por parte de determinados maestros e incluso de compañeros de mayor edad. Esta cultura del maltrato no solamente dirigida a lo físico, sino también a lo psicológico y pedagógico.
Frente a ellos si el niño no encuentra un lugar donde se sienta seguro y con afecto lógicamente se vuelve agresivo, detraído, falta a clases, le da poca importancia a las clases, se ahonda su inseguridad y crece su agresividad. A esto se suma el alto índice de niños que viven al cuidado de otros familiares que no son sus Padres, por migración al exterior ahondando aun más sus problemas.
Muchas veces estos niños maltratados van asumiendo que esta cultura de maltrato es “algo normal” y se habitúan a ella, desconociendo que ellos son sujetos de derecho y no objeto de maltrato.
Esta cultura del maltrato en la escuela genera en el niñ@ la perdida de la creatividad entusiasmo por aprender, falta de desarrollo de su psico-motricidad y que sus valores humanos cada día sean menos cultivados.
El niño por lo general pasa seis horas en la escuela, es ahí donde germina su espacio de amigos y de compañeros, no por ello existe la conciencia que ese lugar es importante par ejercer valores como la libertad de opinar, escuchar, jugar, valorar a sus compañeros como seres humanos igual que el.
Este espacio del desarrollo de l niño debe considerarse importante no solo desde la perspectiva del aprendizaje de conocimientos útiles para su vida sino también para que sea allí donde ejercite sus derechos y valores como la libertad, la democracia, la solidaridad. Etc.
Pero si el niño recibe maltrato en su familia o en su Escuela como la forma de comunicarse más normal, en su grupo también maltratará no solo a sus amigos sino también a otros. Esto determinará que el niñ@ sea agresivo con sus propios compañeros, sea irrespetuoso con las otras personas, cultive el individualismo y viva siempre a la defensiva.
El niñ@ es frecuentemente maltratado en su barrio, en el parque, en el bus, en la calle, en la comunidad y la sociedad en su conjunto. No valoran los derechos que tienen, constantemente le son violados ya sean por los chóferes de bus, por los adultos, por la policía, etc.
Esta cultura de maltrato que sufren los niñ@s en la cotidianidad, se va germinando en ellos una serie de sentimientos como: miedo, terror, rencor, odio, tristeza, falta de confianza en si mismo, en sus destrezas, su creatividad se ve disminuidas y por ende tenemos como resultado un niño que poco aporta a la sociedad por que sus derechos han sido constantemente violentados.
Frente a esta situación de maltrato consideramos que el niño en su fase escolar debe ir cultivando valores de respeto hacia si mismo y hacia los demás.
Por ellos el niñ@ en los espacios descritos anteriormente: la familia, la escuela, el grupo y la comunidad debe ir desarrollando y adquiriendo destrezas que le permitan que esos antivalores que tiene a su paso se vayan desterrando para siempre y a cambio pueda cultivar valores que le permitan ejercer sus derechos contando con que los adultos le consideren como sujetos de derechos.
Fruto del ejercicio permanente de respetar los derechos de los niñ@s, tendremos a un ser que sea capaz de cultivar valores humanos, sociales, éticos, morales, democráticos y solidarios.
Por lo tanto el niñ@ tiene que ir descubriendo que tiene derechos para ejercitarlos cotidianamente y valores que le permitan vivir en armonía con los demás seres humanos.
Justo y oportuno ponemos a consideración DOS LEMAS de la Escuela Fiscal Mixta Vespertina “Fabián Aguilar Ibarra” los mismos que serán el horizonte desde este decisivo e histórico momento.